miércoles, 18 de noviembre de 2009

Un día en Covadonga

Un día subí con Elena a comer un bocadillo de bonito a Los Lagos y al bajar paramos en Covadonga...

Santandrés


Este dibujo es de la entrada de Santandrés. Cuando uno llega hasta aquí ya está en casa. El aire limpio, el murmullo del rio con alguna esquila del ganado y el olor de los montes lo impregna todo.

Colegiata de Santa María de Arbás del Puerto

martes, 20 de octubre de 2009

Algunos dibujos


Este es el Horreo de Julio, desde Casa de Maruja.





Una vista de la casa de San Andres desde la carretera.

Antes de que llegue el invierno.



Paso, de vez en cuando, por este cuaderno como quien vuelve al barrio de su infancia. Al pasado siempre es agradable volver, sobre todo cuando el pasado es mayor que el futuro.


Dejo un dibujo de San Andres al que tengo un especial aprecio.

lunes, 12 de enero de 2009

KOSKO


Se marcho el Kosko a un lugar, creo qu en el cielo, donde hay arboles para rascarse y echarse a la sombra. Tambien hay latas de wiskas y el suelo esta caliente, como a el le gustaba.

El Kosko, para aquellos que no lo conozcan, que seran pocos, era el gato que nos acompano y nos hizo sonreir durante diez y siete primaveras.

Me quedan de el unas cuantas "fotos" en esta memoria que tengo llena de agujeros ya.


  • La primera es de una manana soleada, una calle con tranvia y un parque a la izquierda segun ibamos caminando. Alli estaba el diminuto, de piel atigrada y cabeza de aristocrata. Lo llevamos con nosostros para nuestra casa del barrio de Dinamo, en Moscu, donde viviamos por esas fechas.

  • Otra foto en el recuerdo es el durmiendo a los pies de la cama. Redondo, satisfecho.
  • Hizo muy buenas migas con Merediz aunque le dio algun disgusto. Como el dia que se le escapo para casa del vecino por el balcon. En el piso 17.
  • De las ultimos recuerdos que tengo es en la habitacion de Javi donde le habia preparado una isla, con palmera y todo para su descanso.

No le gustaban los viajes ni jugar cuando no tenia gana. Era el amo del jardin de la casa de Pola de Lena y a veces salia a dar una vuelta por la Caleya.

Cuando llego Lolita (La otra gata que tenemos ahora) la admitio mejor que a Leo (El perro que tenemos aunque compartido con Flor y Marcelina.)

Sabiamos que era mayor, que los gatos no suelen vivir tanto tiempo. Estabamos preparados -o eso creiamos- para cuando faltase. Pero, asi y todo, nos dolio mucho.

Descanse en paz en el cielo de los animales. Y gracias por el tiempo que pasamos juntos Kosko.