Este dibujo es de la entrada de Santandrés. Cuando uno llega hasta aquí ya está en casa. El aire limpio, el murmullo del rio con alguna esquila del ganado y el olor de los montes lo impregna todo.
Paso, de vez en cuando, por este cuaderno como quien vuelve al barrio de su infancia. Al pasado siempre es agradable volver, sobre todo cuando el pasado es mayor que el futuro.
Dejo un dibujo de San Andres al que tengo un especial aprecio.